Se acercan las frías mañanas en las que, para afrontar la dura jornada laboral, existe la vieja costumbre de tomarse un carajillo y entrar en calor. Un café caliente acompañado de algún licor, habitualmente coñac o ron, pero desconocía esta combinación de cerveza con coñac que encontré en un viejo periódico.
He aquí la noticia que aparecía publicada en el diario de Salamanca “El Adelanto” el 9 de febrero de 1934.
«En agosto pasado estuvo en Biarritz el príncipe de Gales y asombró a los gentlemens bebiendo cerveza adicionada con una buena dosis de coñac.
Creada la moda e importada a Inglaterra, está haciendo estragos, porque en todos los clubs y salones aristocráticos se creen los elegantes obligados a imitar al Petronio que conserva la tradición de su abuelo Eduardo, dando el tono a la sociedad inglesa.
Para los madrileños de alguna edad, que recuerden el período de nuestra bohemia literaria, la extravagancia principesca no tiene ninguna novedad.
En sus postrimerías, el insigne e infortunado Mariano de Cavia curaba sus amarguras bebiendo cerveza con coñac:
“Cerveza —decía— para apaciguar el fuego del coñac, y coñac para entonar la excesiva blandura de la cerveza.”
Y se cuenta que su doctrina comenzó a tener discípulos, que ahora se enorgullecerían de tener por correligionario al Príncipe de Gales.»
No se si tomar cerveza con coñac es una costumbre que haya perdurado en el tiempo, si aún se conserva esta tradición o no en algunas zonas.
Sería interesante conocer dónde se mantiene esta tradición, en cualquier caso, quizás sea una cuestión de probar.
Salud!
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