El salchichón de oro

El salchichón de oro

Era abril de 1857 cuando un joven belga, Mr. Luis Vanden Decle, se estableció en París, y acababa de poner en ejecución su café «El salchichón de oro», un nombre que no carece de originalidad. En la calle del arrabal de S. Antonio num. 132, barrio del más populoso y que en cierto modo es el centro de la colonia belga en París, había abierto un vasto establecimiento destinado a los verdaderos consumidores de cerveza belga.

Para procurarse desde luego una gran clientela, había dado a su café un título bastante original y atrevido «El salchichón de oro»; y en efecto, nunca se ha aplicado mejor título, pues en cada cincuenta salchichones que para la venta se tenía a la vista en el establecimiento, había uno que contenía una moneda de oro de cinco francos.

Es incalculable el número de salchichones que se vendían con la esperanza de encontrarse con el que contenía la moneda.

En resumen, desde que se inauguró el establecimiento «El salchichón de oro» era tal la concurrencia que acudían a él, que tuvieron que apostarse algunos individuos para la conservación del orden; de la estadística semanal se desprendía que se habían hecho por término medio un consumo de más de mil litros de cerveza cada día.

El éxito que había tenido «El salchichón de oro», del arrabal de San Antonio, indujo sin duda a Mr. Vanden Daele a abrir establecimientos análogos en otros barrios, y bajo el aspecto de la economía política, el joven belga hubo prestado un servicio a los cerveceros de Bruselas, proporcionando sus productos mayor consumo.

Juan Manuel Fernández
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