Es un subproducto de la fermentación que causa sabores y aromas indeseados en la cerveza, cuando se encuentran en grandes concentraciones. El diacetilo tiende a desaparecer si dejamos que la cerveza madure por más tiempo, ya que normalmente es reabsorbido por la levadura durante las etapas finales del proceso. También puede ser producido por contaminación bacteriana. Es detectable en aroma, sabor y sensación en boca. Se describe como a manteca, margarina, palomitas de maíz con mantequilla y en altos niveles como butterscotch. En boca la sensación es aceitosa, oleosa y cremosa, pudiendo aparentar un cuerpo pleno.
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